Ante la imposibilidad de celebrar su edición 2020 -pospuesta hasta octubre de este año-, Cosmetorium ha apostado por calentar los motores con un programa de ponencias que quiere servir de punto de encuentro para la industria cosmética. Bajo este nuevo marco de trabajo digital, denominado Cosmetorium e-connecting, RAFESA ha tenido el placer de participar para hablar de sostenibilidad y aportar su punto de vista sobre una de las cuestiones más repetidas en todos los foros del sector: ¿qué hacemos con el plástico?
“¿vidrio o plástico? –Los dos”, respondía con contundencia Daniel Sánchez, director comercial de RAFESA y encargado de compartir la visión de la compañía ante los más de 90 profesionales que asistieron a su charla. Sánchez puso énfasis en la sostenibilidad como hoja de ruta del sector apelando no solo a la utilización de materiales que reduzcan emisiones y dependencia energética de recursos fósiles. También puso énfasis en el uso y la responsabilidad que debe asumir el consumidor de ese mismo envase una vez lo adquiere y utiliza.
“La pandemia ha demostrado que el ser humano tiene capacidad para influir en el medio ambiente, por eso es necesario preguntarnos qué podemos hacer para ser más sostenibles”, introdujo. Sánchez pudo enumerar una a una las principales tendencias en materiales que se están desarrollando: desde el GREEN PE, el vidrio reciclado, el PET reciclado, la madera y también los interiores de estos complementos de madera en material compostable, como el bioplástico y el corcho, que permiten una mejor separación del residuo a la hora de reciclar en el hogar. También en la importancia de ser minimalistas en la decoración reduciendo tintas e información impresa, entre otros. Y la mejora de procesos como el serigrafiado, barnizado y stamping, entre otros.
Durante su intervención, Sánchez no dudó en contraponer y cuestionar la visión maniquea del vidrio y el plástico que presenta al primero como ‘bueno’ y al segundo como ‘malo’. “Se puede hacer un mal uso del plástico, pero también se puede hacer del vidrio. Hay que buscar el equilibrio. No todo el vidrio es sostenible y no todo el plástico no lo es. Por ejemplo, el proceso de fabricación del vidrio tiene mucho más consumo energético y su transporte es más costoso para el planeta”, expuso.
Cada uno de los diseños sostenibles de RAFESA, tal y como destacó, ofrece unas determinadas ventajas (reducción de emisiones, consumo energético y de agua, etc.) y prestaciones específicas según el uso. Por eso no solo es necesario analizar el material: hay que evaluar todas las necesidades y optimizar el proceso de producción en función de ese conjunto de variables. La llave del éxito de una verdadera transición del sector hacia la sostenibilidad, sin embargo, está en el consumidor. “Podemos hacer un proceso 100% sostenible, pero si en la fase final el consumidor coge ese envase y no lo recicla, no servirá de nada el esfuerzo”, sintetizaba.