RAFESA actualiza el cuentagotas para un amplio abanico de productos cosméticos que requieren ser dosificados.
El consumidor cada vez está más familiarizado con el uso eficaz del producto, priorizando precisión para evitar derroches.
Ni una gota más ni una menos. El consumidor es cada vez más exigente no solo con la calidad del producto, también con la salud de su bolsillo, consciente de que el despilfarro se extiende a toda la cadena y le interpela directamente. Por eso, la irrupción del cuentagotas en el sector cosmético ya se apunta como una destacada tendencia revistiendo un elemento que en el imaginario colectivo prácticamente solo se usaba para fines farmacéuticos.
En RAFESA ponemos el foco en el Dropper, una solución creada para ampliar aún más su espectro de usos y con la que redefinimos no solo su función sino también su diseño, dejando atrás los envases de color topacio y las tetinas en las que no se atisbaba rastro de estética. Para ello RAFESA, que este año cumple 40 años, ha seleccionado una línea de dosificadores que no solo garantizan un uso altamente preciso del contenido, sino que además velan por la máxima calidad y conservación del producto al evitar cualquier contacto.
Dropper, se presenta como una solución perfecta para todo tipo de cosméticos: uso facial, y corporal, entre otros usos. Es, según la compañía dirigida por Anna Escribano, el dosificador más adecuado para productos de baja viscosidad ya que permite aplicar el producto gota a gota donde se requiera.
Dropper está disponible en una gran variedad de estilos y materiales. Se han seleccionado aquellos más sostenibles, optando por tetinas de caucho (butilo nitrilo) y el collar en materiales reciclados, principalmente el polipropileno PIR por su resistencia y compatibilidad. El resultado es una gama de cuentagotas versátil, con un diseño elegante y muy cuidado, que aporta un plus de estilo al tradicional dosificador, sin perder un ápice de funcionalidad.
Buscamos el equilibrio perfecto entre diseño, precisión y sostenibilidad en un producto que claramente el mercado y el consumidor necesita, tratando siempre de ser lo más respetuoso posible con el medio ambiente”, valora Escribano. El Dropper se integra en la gama de accesorios de la marca y engrosa el abanico de soluciones innovadoras y sostenibles de packaging para cosmética, perfumería y home fragrance que han posicionado a la compañía como un referente en su sector. El compromiso de calidad e innovación de RAFESA se consolida así en toda la línea de accesorios para envases, con dosificadores, spray, tapones de rosca, en diferentes materiales como la madera, todos personalizables.
Apostamos por un packaging creativo, innovador y respetuoso con el medio ambiente que, además de transmitir los valores, sea de calidad y adecuado a cada producto. Para ello, en RAFESA ponemos el foco en las necesidades de los clientes y los asesoramos con los envases que mejor encajan con su producto. Esa es nuestra razón de ser, que aplicamos en cada una de nuestras soluciones. Nuestra misión no es otra que la de ofrecer un envase único para un producto que también lo es. Respetando la esencia y mejorando su uso, haciéndolo más eficiente y sostenible.