Más de la mitad de los consumidores están dispuestos a pagar un precio más alto si el artículo es respetuoso con el medioambiente. Lo desvela un estudio de la compañía holandesa de análisis de datos Nielsen, que corrobora la preferencia, especialmente de los millennials, por productos sostenibles. Esta tendencia repercute en todos los sectores, y no solo al producto en cuestión, sino también a su “puesta en escena”, el packaging.
Los millennials o ‘Generación Y’ son uno de los targets con mayor conciencia respecto a la adquisición de productos sostenibles; y los artículos de cosmética y perfumería no son una excepción. Los compradores buscan que los productos beauty cuenten cada vez más con la presencia de ingredientes orgánicos y que los envases estén compuestos por materiales reciclados, sean reciclables o provengan de orígenes naturales.
Pero el consumidor de la ‘Generación Y’ es muy exigente, ya que no solo busca este tipo de producto sino que, además, demanda que el packaging sea de calidad, ligero, seguro y que conserve el producto en buenas condiciones durante un largo periodo de tiempo. Esto supone un reto para los departamentos de I+D, cuya relevancia crece en el sector a la hora de encontrar soluciones que se adapten a las nuevas necesidades. El objetivo es hallar un equilibrio entre la sostenibilidad, el coste, la calidad, la seguridad y la comodidad de uso.
Materiales y formatos
En Rafesa apostamos por el packaging de cosmética y perfumería respetuoso con el medio ambiente. Por eso, trabajamos con materiales 100% reciclables y reusables, como el PET (uno de los más fáciles de reciclar) o el vidrio. No solo consideramos que el envase debe tener una procedencia natural sino que también es importante que los accesorios la tengan. Por eso, trabajamos con materiales que cumplen con las normativas REACH. Además, nuestra colección de tapones de madera está desarrollada conforme a la certificación PEFC, que promueve la gestión sostenible de los bosques de donde se obtiene la madera.